Ellos se ponen a hablar como a la 1 de la mañana, pero también a las 6. Son como 50 ahí. Se hacen una casa arriba de la otra y siempre rompiendo las pelotas.
Aparte de eso, ellos ponen la música fuerte y podían dejarla hasta las 3 o 4 de la mañana como mínimo. La ponen para que se escuche a 10 cuadras. Cuando yo me puse a escuchar música con mi celular, de día y a volumen normal, los imbéciles se ponían a tratar de comparar una cosa con la otra, como: "ah, después se queja pero él escucha también". Hay que ser muy imbécil para no darse cuenta de la diferencia. Dejá, ni me gasto en explicarles.