Claro, al menos en mi caso en salud pública me enseñaron que la solución es la prevención y atacar a los factores de riesgo. Suele ser más económico y disminuye una cadena de malestares que se van acumulando tanto físicos como mentales.

Por mi parte siempre he entendido a la medicación como el empujón para ojalá poner a la persona a trabajar en si mismo y lograr desarrollar herramientas para detectar comportamientos que puedan desencadenar en acciones que no ayuden a su salud mental. Especialmente porque se supone que una vez entrando en efecto aquellos fármacos uno comienza a desarrollar resistencia o dependencia farmacológica. Obviamente no todo está en la persona, habiendo cosas del entorno que no le favorezcan el bienestar, pero bueno, al menos en este caso intento referirme a lo que la persona puede hacer de su lado.

Comprendo que todo varía caso a caso, y hay personas que requieren la medicación de forma permanente, pero puedo imaginar que muchos casos podrían quizás tener tratamientos que no sean de por vida, o en caso de tener ciertas duraciones, hacerlos más breves.

Disculpen si empiezo a hilar fino jajajaja.