Por recomendación e invitación del párroco no fuí hoy a la clase de teologia y fuí con la iglesia a una peregrinación al santuario de Limavida por el año de Jubileo. Gran experiencia, hablé harto con un diácono y me dió consejo sobre como llevar e ir descubriendo mi vocación. Aparte pude compartir harto con la comunidad que en una instancia de misa es difícil.
Por recomendación e invitación del párroco no fuí hoy a la clase de teologia y fuí con la iglesia a una peregrinación al santuario de Limavida por el año de Jubileo. Gran experiencia, hablé harto con un diácono y me dió consejo sobre como llevar e ir descubriendo mi vocación. Aparte pude compartir harto con la comunidad que en una instancia de misa es difícil.